Elogiemos las conductas saludables


Hay muchos hábitos de vida que implican un riesgo para la salud y que por alguna razón persisten en nosotros, ya sea porque son considerados normales o bien, porque hay algo que refuerza su presencia. Es decir, si un niño come todo su plato aunque no tenga hambre está comiendo más allá de lo necesario, pero lo continúa haciendo porque tal vez, su madre lo felicite cada vez que acaba su comida.

Lo mismo podemos lograr con los hábitos buenos para el organismo, por eso, os propongo que elogiemos las conductas saludables, es decir, que cada vez que un niño coma fruta lo estimulemos a seguir haciéndolo con elogios, cariños o simplemente, destacando lo positivo de su comportamiento. Solo así lograremos conservar las conductas saludables y contagiar a los demás con las mismas.


En los tratamientos para adelgazar este sistema de “reforzamiento“ es de gran utilidad, pues son justamente las personas afectadas con obesidad las que requieren modificación de hábitos y alguno de ellos puede brindar satisfacción por si mismo, por ejemplo, realizar actividad física, pero comer vegetales no impacta inmediatamente en nuestro bienestar, por eso, es importante elogiar esta conducta para que una vez incorporada inicialmente, se sostenga en el tiempo.

Todo aquello que lleva “recompensa positiva” es lo que asumimos como bueno y sostenemos por eso, entonces elogiar una conducta saludable hará que sea más fácil su transformación en hábito y perdure para toda la vida con la finalidad de conservar la salud.

El ejercicio por lo general, se refuerza sólo, es decir, nosotros mismos experimentos lo bueno de movernos y por eso, continuamos haciéndolo, pero otros comportamientos o conductas que se inician por recomendación externa no muestran beneficios inmediatos en nosotros y requieren de un reforzamiento positivo ya sea de nuestra familia, amigos o de nuestro profesional, para que se conservemos aquello saludable que hemos incorporado.