La vida moderna puede traducirse en dejar los niños en la escuela, prepararse para una reunión importante en el trabajo o enfrentarse a una montaña de tareas domésticas.
Estos pequeños ejemplos se traducen en estrés para mucha gente, lo que significa una serie de señales negativas, tanto mentales como físicas, ya que su desenlace es el agotamiento, llegando en algunos casos a enfermedades declaradas.
"El estrés es perjudicial en el largo plazo", dice el psicólogo Joachim Kugler de Dresde, de la Universidad Técnica de Alemania, pero cada persona experimenta el estrés de manera diferente.
"Lo que es estresante para uno es sólo un desafío para otros".
Sin embargo puede manifestarse en un nivel físico, con enfermedades psicosomáticas que afectan el estómago, cabeza o dolores de espalda, latidos acelerados del corazón o ataques de asma, dice Kugler.
Cuando se manifiesta a nivel de comportamiento puede alterar los horarios del sueño o inducir a las personas hacia los abusos de sustancias toxicas como el alcohol u otras adicciones.
