Ai Chi: el fitness del corazón


Esta disciplina combina meditación y movimiento en el agua con ejercicios de stretching, o estiramientos y posturas de yoga.
Los ejercicios se realizan en agua templada, a unos 35ºC, en una bañera grande o en una piscina poco profunda, en la que el agua llegue a la altura de los senos.
Los movimientos para liberar el cuerpo dentro del agua se realizan muy lentamente, de forma continua, suave y circular, relajando la mente y favoreciendo la concentración, quedando excluidos aquellos movimientos rápidos y enérgicos.

FLUJO ARMÓNICO

El Ai Chi desciende de otro método de tradición China, el Tai Chi Chuan, arte marcial muy conocido y practicado, que aspira a restablecer el equilibrio mental y corporal.

El ritmo de la danza, armoniza las dos fuerzas, el Yin y el Yang, que según la cultura china, regulan el equilibrio psicosomático y el bienestar entre cuerpo, mente y alma.

Este método ayuda a disolver las tensiones físicas y emocionales, permitiendo recobrar la sensualidad y autoconciencia.

Cuando se practica Tai Chi acuático debe prestarse una especial atención a la respiración, que debe ser lenta, profunda y regular.

BENEFICIOS

El Ai Chi resulta beneficioso tanto para la salud, en general, como para el equilibro psicosomático. Estimula la seguridad en una misma, activa la concentración mental y desarrolla el autoconocimiento, permitiendo adquirir una personalidad más equilibrada.
Se liberan angustias, temores, contracturas y bloqueos, tanto físicos como mentales.

Mente

Practicando Ai Chi con regularidad, se disfrutará de mayor vitalidad y serenidad. Además se producirá un aumento de la autoestima y de la capacidad creativa.

Cuerpo

Especialmente mejora la postura y aporta mayor elasticidad a brazos y piernas. Estimula la circulación sanguínea, el metabolismo y la actividad renal, acelerando la eliminación de toxinas.
Los músculos se relajan y distienden, contribuyendo a mejorar lumbalgias y otras molestias derivadas de tensiones musculares.