Ejercicios para reducir muslos y celulitis


La celulitis y el exceso de volumen se acumulan especialmente en tus muslos? Conoce los ejercicios más eficaces y la dieta adecuada para eliminar grasas y reducir perímetro en esta zona difícil de tratar.


Mantener unos muslos firmes y estilizados supone todo un reto porque esta zona corporal es muy propensa a la formación de cúmulos grasos que traen como consecuencia las temidas “cartucheras”, la celulitis o la flacidez.

Incluso estando delgada, los muslos son una de las áreas favoritas de nuestro organismo para depositar las grasas consumidas en exceso, pero, con una alimentación adecuada y unos sencillos ejercicios pueden estar perfectamente tonificados de manera que contribuyan a la esbeltez de la silueta.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que los movimientos específicos para trabajar esta zona siempre deben ser un complemento a una actividad aeróbica practicada con regularidad. No hay ejercicios “milagro”. El cuerpo humano no elimina las grasas de manera selectiva (¡ya nos gustaría!). Así que para rebajar el volumen de los muslos tendrás que realizar algún deporte que ponga en marcha todo tu organismo y queme el mayor número de calorías posibles.

Los ejercicios aeróbicos más recomendables para trabajar las piernas en conjunto son, entre otros, la natación, el jogging, el tenis, la bicicleta, el súper divertido patinaje o simplemente una buena caminata a paso ligero. Realizar alguna de estas actividades, al menos 40 minutos tres veces por semana, garantiza la quema del exceso de grasas.

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El segundo paso para obtener unos muslos bonitos es realizar ejercicios específicos para tonificarlos. Ten en cuenta que tendrás que trabajar tanto su cara exterior, propensa a las antiestéticas acumulaciones grasas, como la interior, donde la tendencia a la flacidez puede ser el principal problema. Algunos de los ejercicios más sencillos y efectivos son:

1. Las temibles “sentadillas” o “cuclillas”. Desde la posición de pie y con las piernas juntas, dobla las rodillas (manteniendo el tronco derecho) y ve descendiendo hasta tocar con el culete las pantorrillas. Duele un poquito, prueba que los músculos de la zona están trabajando duro. Haz de 2 a 4 series, repitiendo el movimiento 15 - 20 veces (empieza poco a poco y aumenta el esfuerzo siempre de manera progresiva). Repite el ejercicio con las piernas ligeramente separadas para trabajar la cara interna de los muslos.

2. Tumbada en el suelo (mejor con colchoneta), en posición lateral y manteniendo el tronco en línea con las piernas estiradas. Levanta la pierna derecha hasta una altura de 60º y vuelve a bajarla manteniéndola recta y sin llegar a tocar la izquierda (mismo número de series y repeticiones). Gira y repite el ejercicio con la pierna contraria.

3. Partiendo de la posición anterior, trabaja ahora la cara interna de los muslos. Para ello, mantén la pierna izquierda estirada y pasa la derecha por delante de ella doblando la rodilla (apoya la planta del pie). Ahora, levanta todo lo que puedas la pierna estirada y vuelve a bajarla con movimientos rápidos y sin tocar el suelo. Notarás perfectamente el trabajo en esa zona interna. Repite el ejercicio con la pierna contraria.

4. Tijeras. Tumbada boca arriba y con las manos debajo de los glúteos, haz tijeretas rápidas levantando alternativamente la pierna derecha e izquierda (trabajarás, además, los abdominales inferiores).

5. Partiendo de la posición “cuclillas”, coloca las palmas de las manos en el suelo por delante de ti y estira una de tus piernas hacia atrás. Haz “rebotes” (apoya en el suelo el empeine de la pierna estirada). No fuerces demasiado, podrías causarte un doloroso tirón, rebota suavemente subiendo y bajando el culete. Cambia de pierna y repite la operación. Para trabajar la cara interna, haz lo mismo pero estirando la pierna hacia un lado y haciendo pequeños rebotes. Repite la operación con la pierna contraria.

Al terminar la tabla de ejercicios específicos, da un respiro a tus músculos realizando unos ligeros estiramientos que permitan su relajación. Sentada en el suelo, junta las plantas de tus pies (a la altura que puedas), agárralos con las dos manos y mueve las rodillas hacia arriba y hacia abajo para favorecer la distensión muscular de la zona.

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Una alimentación adecuada
Para que el ejercicio resulte efectivo debe ir acompañado de una correcta alimentación en la que la ingesta de grasas esté controlada. Si la presencia de ésta es excesiva, tenderá a acumularse donde más fácil le resulte y, por desgracia, los muslos son un entorno perfecto. En tu plan “muslos ideales”, ten en cuenta los siguientes consejos sobre alimentación:
Aumenta el consumo de frutas y verduras.
Reduce la ingesta de sal.
Bebe líquidos en abundancia, especialmente agua para ayudar a la eliminación de toxinas y grasas (al menos dos litros).
Elige carnes magras y da más protagonismo al pescado en tu dieta.
Limita los “fritos” y elimina de manera radical la bollería industrial.
Otras ayudas
Las cremas reductoras y con capacidad de drenaje pueden resultar muy útiles para los casos de grasa acumulada difícil de eliminar o para mejorar el problema de la celulitis. Aplícalas como complemento de la dieta y del ejercicio y comprobarás su efectividad.

Otra opción a tener en cuenta cuando los cúmulos grasos son persistentes son los tratamientos estéticos en cabina (consulta en un centro profesional) e incluso la liposucción, que pese a su eficacia inmediata siempre requerirá una alimentación adecuada y unos ejercicios posteriores de mantenimiento.