Tensegridad, la gimnasia mágica


Practicado por los chamanes mexicanos hace cientos de años, el arte de ensoñar se está poniendo de moda en occidente. A través de sus pasos mágicos se consigue una armonía total entre los mundos físico, emocional, mental y espiritual. La tensegridad es la versión moderna de ciertos movimientos llamados pases mágicos desarrollados por los chamanes indios que vivieron en México hace más de 500 años. Estos chamanes aseguraban que los seres humanos son capaces de percibir energía directamente del universo y dirigirla positivamente hacia su mundo cotidiano. El más conocido maestro de esta disciplina y quien la dio a conocer al mundo es el ya desaparecido Carlos Castenda. Aunque su práctica aún conserva un cierto halo de misterio y exclusividad, cada vez son más los maestros y centros que la enseñan; y los fisioterapeutas y hasta médicos que la recomiendan a sus pacientes. Pases mágicos Generación tras generación, a través de misteriosos y secretos rituales, los chamanes fueron transmitiendo sus conocimientos, que cristalizaron en un enorme y variado número de gestos y movimientos llamados pases mágicos, que se practican en series y representan distintas funciones o finalidades. En su realización tienen gran importancia la respiración y la concentración. El término tensegridad, utilizado por los chamanes modernos, proviene de la arquitectura y es la mezcla de dos palabras: tensión e integridad, expresiones que denotan las dos fuerzas impulsoras de los pases mágicos. Los movimientos de tensegridad fuerzan nuestra atención a concentrarse en la idea de que somos esferas luminosas, un conglomerado de campos de energía que se mantienen unidos por un pegamento especial. Según los maestros de la tensegridad, en el ser humano medio dicha esfera está muy condicionada y bloqueada debido a factores negativos como la ignorancia de uno mismo, la alienación del día a día, o ciertos hábitos destructivos. Y aquí es donde entran en juego los pases mágicos, ya que trabajan sobre la esfera energética de la conciencia para que ésta se refleje en la física. Cada serie de movimientos está cuidadosamente seleccionada y es fruto de más de quinientos años de búsqueda interior por parte de los chamanes mexicanos. Los pases mágicos que enseñan los chamanes modernos se asemejan a ciertos movimientos del tai chi, el yoga, el qigong y algunas katas de artes marciales. La clave de sus beneficios físicos está en que también son estiramientos y ejercicios de tonificación que ayudan a trabajar nuestro cuerpo y a abrir nuestros canales de energía. Practicar la tensegridad, te hará soñar más y te ayudará a conciliar mejor el sueño El arte de ensoñar Los pases mágicos desarrollados por los chamanes no son simples movimientos para mantener nuestro cuerpo en forma o relajarnos. Tienen un sentido más profundo y mágico. La tensegridad percibe a los seres humanos como campos energéticos con un punto de intensa luminosidad localizado a la altura de los omóplatos: el punto de encaje, donde se efectúa la percepción. Según los chamanes, este punto puede desplazarse de manera natural durante el sueño, motivándonos a soñar intensamente. Los movimientos o pases mágicos de la tensegridad tratan de inducir ese mismo estado mientras estamos despiertos. Esto es lo que los chamanes llamaban el arte de ensoñar, que proporciona un estado de gran bienestar físico. Para los antiguos chamanes indios este desplazamiento del punto de encaje durante la vigilia era como abrir una puerta a otro mundo, la forma de percibir la energía del universo, lo que les llevaba a una especie de estado de trance. Para ti, practicar la tensegridad será como inducir a tu organismo a este estado agradable que se produce durante el sueño. También te hará soñar más y te ayudará a conciliar mejor el sueño. Práctica y beneficios Cómo se practica Una vez aprendidas las técnicas de un maestro, puede practicarse cuando y donde se quiera, en grupo o de forma individual. Para conseguir todos sus efectos beneficiosos su práctica debe ser diaria. Al empezar, los pases mágicos suelen repetirse entre cinco y diez veces. Después, las repeticiones varían en función de la intensidad o duración de las series. Beneficios El efecto más inmediato de la práctica de la tensegridad es una mayor armonía entre los mundos físico, emocional, mental y espiritual. Los pases actúan rompiendo los bloqueos de la esfera de la conciencia y redistribuyendo nuestra energía hacia los centros de vitalidad, que se activan. El efecto se manifiesta en una mejora general de la salud, emociones y actitudes más positivas, e incluso una mayor creatividad. También puede ayudarte a mantener tu peso.....

Fuente: todomujeryhombre.com