El entrenamiento de musculación, de fuerza o de levantamiento de peso utiliza ejercicios que aíslan los músculos para que se contraigan bajo el peso de pesas, peso corporal u otros artefactos como las bandas elásticas. El resultado es un aumento en la capacidad muscular y en su resistencia, y puede o no terminar en un aumento de masa muscular.
Entrenar la fuerza es una parte importante de un régimen de entrenamiento balanceado. Si disfrutamos de la carrera, bicicleta o cualquier otro ejercicio aeróbico, entrenar la fuerza nos dará el balance y nos permitirá tonificar los músculos que se encargan de esto. Además, entrenar la fuerza nos ayuda a aumentar la masa muscular magra, lo que aumenta la velocidad del metabolismo.
Se puede realizar entrenamiento de fuerza con equipo barato como los pesos libres y las bandas elásticas, y también podemos utilizar el propio peso del cuerpo o aparatos de musculación. Es importante hacer un precalentamiento con ejercicio aeróbico de baja intensidad antes de comenzar la parte de entrenamiento de fuerza de nuestra rutina. Esto es para que nuestro corazón aumente su ritmo y así aumente la temperatura y el abastecimiento de oxígeno a los músculos, lo que hará que trabajen mejor.
Luego de una rutina de entrenamiento de fuerza deberemos hacer nuevamente algunos minutos de cardio suave, para finalizar con estiramiento de los músculos. Esto último es esencial para mantener la elasticidad de las fibras musculares, así como prevenir dolores al día siguiente.
Muchas sesiones de entrenamiento son lo suficientemente cortas como para que no necesitemos comer ni beber nada en medio de la rutina. Aún así, deberíamos consumir siempre un alimento pre-ejercicio saludable, y también uno post-ejercicio que nos darán las proteínas y carbohidratos que el cuerpo necesita como combustible y para construir el músculo.
