Dos consejos para una mejor salud física


Para poder mejorar nuestra salud y físico, todos queremos sacar lo mejor de nuestro entrenamiento. Siempre sucede que hay personas que hacen muchísimo ejercicio pero no cambian realmente su apariencia. El trabajo duro está muy bien, y obviamente es esencial para llegar a nuestras metas, pero también hay que ser inteligente al realizarlo. En este artículo les contaré dos tips para realizar mejoras visibles a tu salud y a tu cuerpo.

Puede ser que nunca hayas oído este consejo antes: para prevenir los desequilibrios musculares y permanecer saludable, asegúrate que utilizas una rutina balanceada cuando levantes peso. Teóricamente, este es un gran consejo, pero desafortunadamente vivimos en una sociedad que nos prepara para el fracaso en lo que respecta a mejorar nuestra postura o físico. Una rutina balanceada solamente tiene sentido si no tienes desequilibrios cuando comienzas a realizarla. Pero muchos de nosotros pasamos la mayor parte del tiempo encorvados en frente de la computadora; manejando un auto, encorvado en el sillón mirando TV o para los videojuegos, y la lista sigue.


Si lo que he descripto arriba suena familiar, asegúrate de hacer más jalando que empujando (cuando realizas ejercicios de este tipo). Y si comienzas a notar una curva en tu espalda, lo mejor que puedes realizar son flexiones de brazos.

Los tips de arriba son muy importantes, pero si no haces tu trabajo fuera de sitio de ejercicios, no verás grandes mejoras. En otras palabras, tienes que realizar un esfuerzo consciente para reducir la cantidad de tiempo que pasas sentado con los hombros arqueados.

Por otro lado, todos hemos crecido escuchando que la grasa es el peor de los males y que debemos evitarla a cualquier coste. Esto lleva a un incremento en el consumo de carbohidratos (generalmente procesados o refinados), y un incremento en las enfermedades relacionadas con la salud como la diabetes. La mayoría de las personas interesadas en el campo del fitness ahora han aprendido que hay muchos beneficios con las grasas y que no es necesario evitarlas completamente. Desafortunadamente, aún hay muchas personas que no están bien informadas que le temen a este nutriente. Por lo tanto, no hay que buscar siempre el alimento bajo en grasas, ya que esto puede ser un error, porque si el alimento viene de una fuente de buena calidad, deberías consumir la versión con grasas.

Un ejemplo clásico es el del huevo, que muchas personas evitan comerlo en sus dietas. Pero si el huevo es de una fuente confiable (como una granja) definitivamente es bueno para la salud. Así como también la carne de vacas que han sido alimentadas con pasto. Y si eres de esas personas que está buscando constantemente las comidas sin grasas, podrías estar perdiéndote muchísimos nutrientes. La clave está en comprar alimentos sin procesar y reales, que provengan de una fuente de alta calidad.

Resumiendo, si eres de esas personas que evitan las grasas todo lo que pueden, te recomendaría que te informes y lo pienses un poco mejor antes de seguir con ese hábito.