Para tener un día lleno de energías, todos sabemos que es necesario un buen descanso. Pero si no has dormido bien a la noche, hay algunos trucos para sentirte mejor durante el resto del día.
¿Qué tal un vaso de jugo de frutas? ¿O una rápida caminata por el jardín de tu casa? Opciones tan sencillas como esas te brindarán la energía que necesitas al instante.
Agrega estos ocho simples hábitos a tu rutina y siéntete como nuevo.
Bebe un vaso de agua mineral con jugo de frutas. El jugo tiene hidratos de carbono, que aumenta tu energía y evitarás la deshidratación, que suele causar fatiga.
Siéntate derecho. Las malas posturas nos hacen sentir más cansados porque nuestros músculos hacen un mayor esfuerzo y gastan más energía. Procura no sentarte encorvado y alinea tus hombros y cuello.
Come un puñado de frutos secos. Además de ayudarte a calmar el hambre entre comidas, los frutos secos, como las nueces, las almendras y las castañas aportan energía.
Tómate un respiro, literalmente. Para ello, siéntate en un cómodo sofa (recuerda hacerlo con una buena postura), pon tus manos sobre tu regazo, cierra los ojos y trata de sentir a tus pies apoyados en el suelo. Respira profunda y lentamente. Verás que con solo unos pocos minutos tendrás mucha más energía para todo el día.
Despeja tu mente. No hay nada tan estresante como quedarnos todo el día al lado del teléfono esperando un llamado o chequear a cada rato nuestro e-mail para ver si tenemos correo nuevo. Esta obsesión es más agotadora de lo que crees. Deja de lado tu teléfono y mail durante al menos unos minutos.
Haz una breve y rápida caminata alrededor de tu casa o de la oficina. Esta ayudará a incrementar el flujo sanguíneo hacia los músculos y el cerebro, brindándole a todo el cuerpo una buena dosis de energía y oxígeno.
Huele menta. Prende una vela de sabor a menta en tu escritorio, pues se ha comprobado que nos ayuda a estar más alerta.
Come chocolate. Una barra de chocolate aporta energía. Aprovéchate de esa información y saborea este dulce que nos gusta a todos.
