Beneficios de correr


Si quieres empezar a correr puedes hacerlo de forma personal siguiendo tu propia rutina o buscando un entrenamiento para correr. Sea cual sea tu estrategia, es bueno tener en cuenta los beneficios de correr, pues conociéndolos te asegurarás de que tu actividad física sirve para algo concreto, y que además el hacer ejercicio realmente te ayudará a mejorar la calidad de vida que posees.

Para correr hay que tener en cuenta que ésta es una actividad sumamente saludable que repercute sobre muchos aspectos tanto de nuestra salud física como de nuestra salud mental. Sabiendo esto, pasemos a detallar los beneficios de correr, para así saber cómo esta actividad saludable puede ayudarnos a mejorar la salud.

En primer lugar hablemos de las dos más conocidas: bajar de peso y salud cardiovascular. Salir a correr permite adelgazar rápidamente quemando calorías, y consiste en un magnífico complemento para la dieta, probablemente el mejor. Además, correr te ayuda a mejorar la circulación sanguínea y bajar la presión sanguínea, pues cuando corres tus arterias se vuelven más flexibles y permiten la mejor distribución del torrente sanguíneo a lo largo de tu cuerpo.


Esta actividad aeróbica también te ayudará a retrasar el proceso de envejecimiento, pues los músculos y los huesos de las personas que salen a correr son más fuertes que los de las demás, lo cual retrasa el envejecimiento en ellas. Además, a través de la estimulación de las glándulas sudoríparas nuestro cuerpo elimina toxinas, lo cual ayuda a mejorar el estado de nuestra piel.

Además salir a correr te ayudará a mejorar tu ánimo, ya que genera una enorme sensación de bienestar causada por la liberación de endorfinas que esta actividad produce. En períodos de estrés, depresión y mal humor, un recreíto para salir a correr es una solución ideal para cortar con los malos ánimos.

Finalmente, recogemos una de la que seguro no tenías noticia. ¡Correr mejora la actividad sexual! En la Universidad de Harvard se descubrió que los hombres activos tenían 30% menos de posibilidades de tener malas relaciones sexuales, además de que las parejas físicamente activas mantenían sexo mucho más pasional. Suena bien, ¿eh?