Creatina: ¿super power?


¿Es la creatina una sustancia capaz de hacer que los deportistas alcancen niveles insospechados de rendimiento? La respuesta del mundo científico es “no se”, pues tal afirmación aun no se ha logrado confirmar.

Algunas personas creen que de consumir creatina van a convertirse en deportistas batidores de récords, pero lo cierto es que aún no existen pruebas suficientes.

La creatina, cuyo nombre científico es ácido metil-guanidinoacético, es un compuesto inorgánico natural que se sintetiza a partir de tres aminoácidos (arginina, glicina y metionina) en el hígado, el páncreas y los riñones. En la naturaleza, la creatina se encuentra además en ciertos alimentos, fundamentalmente en el pescado, la carne y otros productos animales.

En consumer.es para comprender mejor la sustancia se nos proponía el siguiente ejemplo: una persona de 70 kilos de peso tiene unos depósitos de creatina de 120 gramos aproximadamente. El 95% de la sustancia, se encuentra en la musculatura de esa persona, mientras que el resto se reparte entre su corazón, su retina y su cerebro.

La persona del ejemplo, tendrá una necesidad diaria de creatina de unos 2 gramos. La mayor parte de ese requerimiento diario lo obtendrá a través de la dieta, como sucede generalmente y, el resto lo sintetizaría su propio organismo.


Esa creatina sintetizada por el organismo es transportada por la sangre hacia los tejidos, el cerebro, el riñón, el hígado, los testículos y especialmente la masa muscular, que capta y almacena entre el 95 al 98% del toda la creatina del organismo bajo dos formas básicas: creatina libre, (Cr): que comprende el 40% del la creatina muscular total, y creatina fosforilada o fosfocreatina (PCr) que forma el 60% restante de la creatina muscular.

Los suplementos de creatina que se comercializan en el mercado son una versión sintética de esta sustancia de la que venimos hablando y actualmente forman parte de los suplementos mas difundidos y utilizados en el mundo. La creatina fue aislada en 1832 y propuesta como suplemento dietético en la década de 1920, sin embargo sus efectos como suplemento dietario sobre el rendimiento y la composición corporal no fueron conocidos correctamente hasta principios de la década del 90´, cuando pudo demostrarse que su suplementación era capaz de incrementar la cantidad total de creatina y Pcr muscular.

A partir de esa fecha surgieron muchos estudios en los que se estudiaron los efectos de los suplementos de creatina sobre diferentes formas del rendimiento físico.

La creatina, y más precisamente su forma fosforilada o fosfocreatina tiene básicamente cuatro funciones:• Regenerar el adenosín trifosfato (ATP), la molécula responsable del cambio energético que el músculo es capaz de utilizar para llevar a cabo su actividad.

• Transportar la energía desde su principal lugar de producción en las células musculares hasta el lugar donde es utilizada.

• Ayudar a mantener la acidez o pH en el interior de los músculos, evitando que se produzca una acidificación que impedida que la intensidad del ejercicio se mantenga durante un tiempo más prolongado.

• Además, ayuda a regular el aporte de energía mediante la utilización de glucosa y a largo plazo, se puede pensar que gracias a su ingesta se facilitaría el aumento de la masa muscular producido mediante el entrenamiento (ya sea por estimular la síntesis de proteínas musculares o por permitir llevar a cabo entrenamientos de mayor calidad).

Ha sido demostrado científicamente que con una suplementación significativa de creatina en la dieta, los depósitos musculares de creatina y de fosfocreatina pueden aumentar entre un 15% y un 30% (los depósitos musculares), y un 10% a un 40% (los depósitos de fosfocreatina).

Por tanto, sería lógico pensar que esta mayor disponibilidad de creatina y fosfocreatina podría favorecer el rendimiento deportivo, al mejorar la capacidad en la musculatura del deportista para realizar las funciones anteriormente mencionadas.

Según los resultados científicos disponibles en la actualidad, sería posible afirmar que los suplementos dietéticos con creatina pueden ayudar a mejorar el rendimiento deportivo.

Sin embargo, tal afirmación debe hacerse con prudencia en el sentido de que la mayor parte de esos estudios científicamente fiables han sido realizados sobre personas sedentarias o poco entrenadas, en condiciones además, experimentales de laboratorio.

En casos como esos, los resultados no pueden extrapolarse directamente a lo que sucedería en gente deportista bien entrenada ni a las condiciones de competición de alto rendimiento.

Aproximadamente la mitad de esos estudios indican que la creatina tiene efectos benéficos sobre el rendimiento físico, mientras por otro lado, la otra mitad no indica ninguna mejora. Los efectos beneficiosos se han observado principalmente en actividades intensas y repetitivas, pero no en los ejercicios únicos o de larga duración.

Por todo eso, al comienzo preguntábamos: ¿es la creatina una sustancia capaz de hacer que los deportistas alcancen niveles insospechados de rendimiento? Y respondíamos, evocando al mundo científico: “no se”, pues tal afirmación aun no se ha logrado confirmar de un modo confiable.

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