¿Cómo escoger un buen gimnasio?


Si te has decidido a comenzar a entrenarte en un gimnasio es importante que le saques todo el jugo posible a sus servicios. Ir durante uno o dos meses no te ayudará tanto como si te comprometes a utilizarlo durante media temporada o una entera.

Para ello es importante que te sientas cómodo y a gusto con tu gimnasio, lo cual implica que a la hora de escoger debes elegir la opción que más te satisfaga. ¿Pero cómo elegir un buen gimnasio? Escoger un gimnasio acorde a tus intereses no es tarea fácil, y para ello debes tener en cuenta unas cuantas variables para tomar la mejor decisión.

Precio y locación.

Estas dos son básicas y obvias. Un gimnasio caro no necesariamente es bueno, y tu bolsillo te agradecerá que economices lo más que puedas a la hora de firmar un contrato de admisión. Además, la locación también es importante, pues conducir 20 kilómetros o caminar media hora para llegar no es redituable. Intenta conseguir un gimnasio barato y cerca de tu casa.

Servicios.

Una vez te hayas topado con un gimnasio barato y cercano a tu domicilio ahora es hora de tener en cuenta la oferta de servicios que ofrece. La calidad de su equipamiento, la variedad de actividades, la comodidad de la infraestructura entre otros elementos son los que deberás tener en cuenta.

Limpieza.

A pesar de ser un lugar en el que se transpira, un gimnasio debe ser limpio e higiénico. Ni la sala de aparatos, ni los vestuarios y ni siquiera el hall de entrada deben estar sucios, pues ello además de ser antihigiénico puede desembocar en que contraigas alguna enfermedad.

Clientela.

Debes tener en cuenta la calidad de los socios. Si consigues un amigo para ir sería algo genial, pero esto no siempre ocurre. Por lo tanto fíjate si tus compañeros son afables y te puedes sentir cómodo con ellos para así realizar tus ejercicios de manera distendida.

Actitud del personal.

La función básica de los entrenadores es orientarte. Un entrenador (o supervisor) que se pasa leyendo el periódico e ignora tus preguntas es un negligente. El personal siempre debe estar a tu servicio para cualquiera de tus consultas, pues en definitiva ¡tú les estás pagando el sueldo!