Comenzando a correr


Correr es algo que todos deberíamos incorporar a nuestras rutinas diarias. Realizar esta actividad correctamente es una experiencia altamente disfrutable, muy buena para estimular nuestros cuerpos, así como también es una potente manera de aliviar el estrés.

De hecho, si conoces sobre ejercicios (y supongo que sabes si eres lector de Vivir Salud) sabrás perfectamente que nada se siente tan bien como correr. Ya sea un pequeño intervalo, o practicando un deporte, nadando, etcétera; nada le gana a la sensación de correr.

Hablando particularmente de correr, lo mejor es al principio mantener las cosas bien simples: no correr demasiado tiempo, y solamente cuando sientas que tienes ganas (o sea, no forzarte a correr). El tiempo recomendado es entre 20 y 30 minutos, tiempo en el cual se puede disfrutar al mismo tiempo de recibir los beneficios de realizar esta actividad.

Por otro lado, tu puedes verificar con tu cuerpo cuánto es lo necesario y con lo que te sientas cómodo. Por ahí puede que tu cuerpo aguante un poco más, o puede que un poco menos. De cualquiera de las dos maneras está perfecto, ya que en este artículo no nos moveremos por reglas fijas sino que más bien metas que nosotros mismos podemos proponernos, o mejor dicho, lo que nuestro cuerpo sienta como adecuado. No está mal si quieres esforzarte un poco, pero lo mejor sería que no lo hagas demasiado (al menos al principio).

Lo importante es que nunca corramos simplemente por correr, en otras palabras: no corras cuando te sientas obligado a hacerlo. Se supone que el ejercicio, en este caso correr, debe ser algo para disfrutar, no algo para terminar odiando y dejando a las pocas veces de haber comenzado. Lo que intentamos plantear es un modo diferente de hacer las cosas: simplemente, si tienes ganas de hacerlo, si sientes que puedes hacerlo, hazlo. No estoy haciendo un llamado a la holgazanería ni mucho menos, pero sí lo importante es poder disfrutar de cada parte del proceso y no estar atado a reglas que a la mayoría no nos sirven.

Por el lado de lo técnico, correr es un excelente estimulante del sistema linfático, dado por su movimiento rítmico, el cual estimula el sistema inmune. Lo cual no hace falta remarcar lo beneficioso que es para la salud.

Por último, quiero remarcar algo que me parece importante y es el tema del calzado. No hace falta nada de equipo muy lujoso, pero sí lo más importante es el calzado. Si puedes conseguir un buen par de zapatillas livianas, seŕia lo mejor, para no dañar ni tu cuerpo ni tu comodidad a la hora de ejercitarte.

¡Ahora, a correr!